Mentirme a mí misma,
engañar, perder el
control, ser una persona ordinaria…
Cosas que sin duda la mayoría de las personas comunes
preferirían no ser, irónico ¿verdad? En alguna de ellas hemos de caer.
Desde que adquirimos principios, sentido común y
experiencias, somos capaces de discernir y hacernos una idea de lo que queremos
y no queremos hacer, de lo que no queremos ser y en algún punto, de lo que
estamos dispuestos a permitir. Algunas veces nos perdemos mientras intentamos
desesperadamente cumplir con este tipo de cosas y puede resultar todo un
desastre o bien, una revelación.
La situación es la siguiente:
Cosas simples como nunca usaría ese tipo de ropa, no seré
una mala hija, NO ME VOY A ENAMORAR, mucho
menos casarme, flores y corazones nunca,
y creo que ya saben más o menos por donde va el asunto…
Al principio como cualquier adolecente invadida por hormonas,
sentimientos extraños y desconocidos, quería conocer a mi príncipe, ya saben, un
caballero andante con escudo. Lamentablemente algo paso y el tema aun es
difícil así que solo diré que me encontraba en una secundaria llena de adolescentes pretenciosos con más experiencia que yo y gustos en los que una
chica sobre-protegida, consentida y boba definitivamente no entraba en las posibilidades. Digamos que me canse
de esperar al príncipe y cuando llego… yo estaba demasiado enfocada en ver la felicidad que me fue negada que simplemente lo ignore, lo
perdí, y eso me duele aún, pero por alguna extraña razón me volví en la
persona que se negaba a las posibilidades de esa etapa de mi vida, en adelante así
funcionaron las cosas.
Prefería fingir que no me daba cuenta de los halagos o
aumentaba mis expectativas, prefería
creer que todos los chicos eran malos o
psicópatas, algo bastante maduro para una chica de 15 años que cursa el primer
año de bachiller, justo ahí cambie un poco la táctica y esta vez solo decidí
enamorarme de imposibles, era más fácil solo mirar detrás de una ventana y no
tener que reunir valor para decir lo que sentía porque simplemente no era una
opción y, si alguien me hacía ver que yo le importaba un poco, la táctica era
entrar en pánico y hacer todo lo posible
por alejar a esa persona “eso ahora es un habito, un muy mal habito” pero que
les digo, a estas alturas me eh dignado a contar un poco del misterio de la chica
de cierta edad que no ha tenido novio,
-No, no soy gay lo prometo. Responder esa pregunta se ha
vuelto divertido después de un tiempo, lo que no es divertido es la expresión
que reflejan incredulidad, terror y un poco de lastima cuando suelto “la
noticia”
Ahora solo… no se ha dado y sigo…
bueno, seguía defendiendo mi postura diciendo que mi familia me
absorbe y que su cariño es suficiente, que la licenciatura es mi compromiso que
tal vez no estoy preparada o no nací para eso.
-El amor es algo tedioso, patético, algo que no tiene
sentido pues al final de amor no se vive y para que perder mi tiempo en algo
que seguramente va a terminar en un pestañeo, hay cosas mejor que eso.
De pronto te sorprendes deseando coger un resfriado o que
el bus en el que te diriges a la universidad valla más deprisa para “sentir”
adrenalina, miedo, algo…
Algo que te haga
sentir despierta o que tu vida es interesante porque resulta que de lo
ordinario eres lo mas ordinario, tan gris como cualquier otro y no significa
que lo seas pero es que así lo sientes – ¡Bien! Así lo siento yo,
así es como lo experimenté y todo aquello que siempre jure no hacer ni ser, resulta ser el pan de cada día, y así es como en este momento me encuentro deseando:
Flores, corazones, chocolates, que me regalen la luna una
vez mas y sentir que la puedo tocar, sentirme en una película en la época
adecuada viviendo un romance, días de San Valentín, cursilerías, amor, romance,
encuentros furtivos, quiero tener que preocuparme por encontrar un atuendo
adecuado, quiero poder aceptar que estoy completamente loca por alguien y que
no me interese si es el indicado, quiero presentárselo a mi familia y que me hagan burla por algún defecto o escenas de celos porque no le encuentran
defecto alguno, quiero estar aturdida y ver hermoso algo que definitivamente no
lo es, volver a entregarlo todo sin miedo y después recoger los pedazos para
pegarlos con entusiasmo y esperar el siguiente asalto, encontrar a un chico, uno que por favor no sea
perfecto y hacer el ridículo con muestras de afecto innecesarias en público, un
paseo de la mano por una calle transitada y un beso bajo la lluvia, dedicarle
canciones y sentir que mi alma abandona mi cuerpo cada vez que me mira, quiero
enamorarme y todo lo que eso implica, quiero saber cómo es el dolor de que esa
persona te deje o tú la tengas que dejar
y trepar por las paredes porque no me respondió una llamada cuando yo
estaba preocupada, quiero por primera vez en la vida ser irracional y
patética porque como cualquier chica ordinaria y patética tengo que
experimentar todo eso para saber que mi felicidad no se encuentra ahí
pero convenientemente tengo que averiguarlo yo misma para estar segura.
Y aquí estoy suplicando que la vida me permita hacer todo aquello que yo me había prohibido
desde hace mucho solo para dejar de ser la chica poco común de cierta edad que no
ha tenido novio y ser un poco normal – según
mi concepto de normal y anormal pero en fin, nada es perfecto en esta vida y yo
soy la menos perfecta y amo la imperfección dentro de mi absurdo deseo por
mantener todo bajo control.
-Esta soy yo o al
menos esta es una parte de mí, la parte que está un poco loca pero que
quiere hacer algo por mejorar o avanzar o simplemente generar un cambio para
probar que tal me va en otros aspectos de la vida.
Este es el momento, yo creo
que esta vez me lo voy a permitir.
BY: CAROL
*22 es el número correcto
:)
ResponderEliminar